Una realidad que vivimos hoy en día es que vamos corriendo de un lado para otro, haciendo que muchas veces vivamos y hagamos cosas sin ser conscientes y demasiado rápido. Este ritmo de vida y esta sensación de “no tengo tiempo” muchas veces nos hace tomar decisiones que afectan a nuestra salud. 

Una de las decisiones más comunes cuando vamos corriendo a todos lados, es la de comprar comida preparada. Esto, aunque pueda ser muy cómodo, realmente nos hace comer alimentos que generalmente no son muy saludables. No digo que puntualmente, para salir de un apuro, no podamos optar por esas opciones. El problema está cuando lo hacemos habitualmente, e incluso todos los días.

Otras veces, aunque comamos comida preparada por nosotros, la velocidad en la que comemos o las distracciones que tenemos a nuestro alrededor son las que hacen que no seamos conscientes del momento en el que estamos comiendo. Ya que tenemos la mente en otras cosas, sin prestar atención ni a lo que estamos masticando ni a como lo estamos haciendo. 

Todo esto, nos lleva a tener malas digestiones, lentas, con hinchazón, pesadez, gases, reflujo… Por lo que si queremos sanar nuestras digestiones y molestias gastrointestinales, aunque pueda haber alguna patología, un sobrecrecimiento bacteriano, alguna bacteria, intolerancia… o cualquier otra razón, primero, nos vamos a centrar en cómo comemos. ¿Por qué? Porque aunque podamos tener cualquier otra razón que pueda estar haciendo que nuestro sistema digestivo no funcione como debería, también es muy importante prestar atención a la forma en la que ingerimos los alimentos. 

Antes de seguir con ciertas estrategias para comer siendo conscientes de la acción en sí, me gustaría recalcar, que si tienes alguna molestia gastrointestinal, digestiva o que pueda estar relacionada con la alimentación y tu salud, te pongas en contacto con un profesional. Si en este caso, eliges ponerte en contacto conmigo, me encantaría poder ayudarte. 

Vamos a lo importante, ¿qué podemos hacer para mejorar nuestras digestiones y comer conscientemente? Actualmente, se conoce como mindful eating, y es la acción o la práctica de la alimentación consciente. Donde es importante, tanto la forma en la que comemos como la identificación de factores estresantes, las necesidades, fortalezas y la disposición para el cambio. A continuación, os muestro una serie de acciones que podemos prácticar y de las que podemos sacar beneficio:

Estos pequeños cambios, aunque al principio nos puedan parecer un «tostón», dicho de mala manera, realmente cuando los ponemos en práctica somos capaces de ver los resultados y las mejorías gastrointestinales. Por eso, te animo que intentes prácticarlos, tanto si tienes buenas o malas digestiones. Ya que, aunque ahora no sufras las consecuencias, no quiere decir que el comer de cualquier forma algún día no te pueda afectar. Simplemente, es importante mostrar un poco de atención a las acciones que llevamos a cabo. En este caso, es importante sobretodo para no engullir, llenarnos demasiado e hincharnos como si estuvieramos embarazados/as de 6 meses.

Por eso, para terminar y no alargarme demasiado, voy a resumir lo que sería una «alimentación inconsciente» y una «alimentación consciente» para poder recalcar ciertos factores.

Alimentación inconsciente:

  •  Comer hasta llenarnos demasiado e ignorando las señales que nos da el cuerpo.
  • Comer emocionalmente, cuando realmente no tenemos hambre: cuando estamos tristes, aburridos, con ansiedad…
  • Comer solo, en sitios y horarios no habituales (aunque este punto, no siempre tiene que ser inconsciente)
  • Comer comida que nos de placer emocional, y que la mayoría de veces no es nutritiva (si se repite a diario, sería un factor negativo).
  • Comer mientras estamos haciendo otras cosas: ver la TV, escribir, trabajar con el ordenador…

 

 

Alimentación consciente:

  • Comer atendiendo a las señales que nos da el cuerpo, siendo conscientes de cuando estamos saciados.
  • Comer cuando tenemos hambre real (una forma de darte cuenta de que es hambre real facilmente, es cuando comerías cualquier cosa, desde una manzana a una galleta, realmente te da igual que comer) 
  • Comer sólo o acompañado, en un espacio y horarios habituales. Es bueno tener una rutina para mantener buenas digestiones. 
  • Comer comida nutritiva, que nos da energía y nos mantiene saciados hasta la próxima comida (No quita que no puedas tener antojos o comidas menos nutritivas de vez en cuando).
  • Comer siendo conscientes de la acción, sin distracciones como TV, ordenador… Siempre podemos mantener conversaciones con quienes nos acompañan.

Bibliografía

Cherpak C. E. (2019). Mindful Eating: A Review Of How The Stress-Digestion-Mindfulness Triad May Modulate And Improve Gastrointestinal And Digestive Function. Integrative medicine (Encinitas, Calif.)18(4), 48–53.

Tapper K. (2022). Mindful eating: what we know so far. Nutrition bulletin, 47(2), 168–185.